lunes, 15 de abril de 2013

El agua, nuevo objetivo de los poderosos (2)

Hace un año y un mes (15 de marzo de 2012), escribí en este blog que el capitalismo salvaje, una vez agotadas o semi otras fuentes de materias primas, se lanzaba a apoderarse del agua. En su momento, recibí algún comentario poco agradable por parte de algún lector amigo: “Estás tan obcecado contra el sistema capitalista que encuentras peligros donde no los hay. Cálmate un poco”. Ciertamente, no tengo bola de cristal, ni soy experto economista sobre nuevas fuentes de negocio. Simplemente, me limité a pensar y escribir lo que se nos avecinaba sumando dos (privatización de surgentes en Ecuador y Bolivia, ahora recuperados para el bien común, y referéndum italiano) más dos (informe de la OCDE y documentos del VI Foro Mundial del Agua – ver ambas referencias más adelante -.
 
Hoy leo en la prensa digital que el Canal de Isabel II – empresa pública, propiedad del Gobierno de la Comunidad de Madrid, presidida por un capitalista salvaje – ha adquirido los servicios de aguas de Lanzarote. http://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/el-canal-de-isabel-ii-pagara-106-millones-de-euros-en-cinco-anos-para-conseguir-la-concesion-del-servicio-de-aguas-de-lanzarote-inalsa-durante-30-anos/20130412121838090866.html

Solo para hacer memoria y concienciar sobre lo escrito en su momento, copio íntegramente, a continuación, el texto de aquella entrada. Y recupero aquí el último párrafo de dicho texto con el objetivo de ayudar a tomar conciencia de la gravedad del asunto y de la urgencia de hacerlo frente: “A los humanos nos declaran una nueva guerra. Habrá que armarse”. También, contra este nuevo ataque.

“El agua, nuevo objetivo de los poderosos

Por si fuéramos pocos, parió la abuela: no tienen bastante con controlar las fuentes de energía fósiles y buena parte de las renovables – más la física y la intelectual humanas - que ahora van a por el agua, no ya como fuente de energía – que es suya – sino como elemento vital de la vida humana.
 
En 1999, el vicepresidente del Banco Mundial – implicado ahora en la caza y captura de agua - afirmó: “Si las guerras del siglo XX se han provoca por el petróleo, las del siglo XXI tendrán como objetivo el dominio del agua”. La OCDE acaba de publicar el informe La gouvernance de l'eau dans les pays de l'OCDE (también está en versión en inglés), que, además de ilustrar sobre cómo se debe gobernar la gestión del agua a escala internacional, nacional e infranacional, aborda “los retos del agua”. Hoy he leído que, en el marco del VI Foro Mundial del Agua y del Foro Mundial Alternativo del Agua  (celebrándose entre el 12 y el 17 de marzo de 2012 en Marsella), “CCOO ha reclamado al Gobierno de España que paralice los procesos privatizadores de los servicios públicos de abastecimiento y saneamiento que se están llevando a cabo en distintas ciudades y comunidades autónomas de nuestro país, como es el caso de Jerez o el Canal de Isabel II en Madrid, y recuerda que el agua en un bien público que pertenece a todos y no puede utilizarse como moneda de cambio para que se enriquezcan unos pocos”.
 
Del control sobre el agua mineral a la disputa por la gestión de los sistemas de abastecimiento y saneamiento, de los acueductos y de la construcción de diques a la privatización de las reservas hídricas. Se trata de una guerra discreta, que no se dirime con el fragor de las bombas, que no se combate con ejércitos armados – por ahora y en nuestro país -, pero que se decide en las estancias enmoquetadas de los despachos (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, OCDE, Gobierno y Parlamento italianos, Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid…). En algunos casos, el FMI y el Banco Mundial han condicionado la concesión de préstamos a países pobres a cambio de la cesión de la gestión de los servicios hídricos a empresas privadas externas (por ejemplo, Bolivia y Filipinas). 
 
Poco a poco, el agua va cambiando de estatus: pasa de ser un derecho humano (fuera del alcance del mercado) a convertirse en una necesidad humana que, por lo tanto, hay que regular con leyes de oferta y demanda. La nómina de los beneficiarios es “de alta alcurnia”: las francesas Vivendi y Suez, la alemana – ellos no podían faltar – RWE, las inglesas Thames Water y Seven-Trent, la italiana ACEA, la Nestlé, la Danone, la Coca-Cola… ¿Y en nuestra casa? La más espabilada ha sido Esperanza Aguirre, S.A., quien ha iniciado el proceso de privatización del Canal de Isabel II.
 
A los humanos nos declaran una nueva guerra. Habrá que armarse”.