domingo, 30 de noviembre de 2014

El silencio hipócrita de la geopolítica

De la misma manera que se hizo en la masacre de 1968 en la Ciudad de México (“masacre de Tlatelolco” https://www.youtube.com/watch?v=I1Q67ckeEO0), el gobierno de Peña Nieto, del mismo partido que provocó aquella masacre, está reprimiendo brutalmente ahora las protestas callejeras que se elevan contra un país en manos de los traficantes de drogas, de los grupos de presión económicos internos y del neoliberalismo occidental, con el cual el gobierno de la República mantiene relaciones comerciales y políticas intensas. México arde por los cuatro costados, sin embargo, el caos y la violencia reinantes allá apenas tienen eco en los medios de comunicación de acá.

¿Qué sucedió el 26 de septiembre de 2014? La respuesta oficial la ofreció un fiscal mexicano el pasado día 7 de noviembre: que tres narcotraficantes mataron a los 43 estudiantes en Iguala, que la policía –esa que tiene el deber y en la que confías que te va a proteger- se los entregó, que la orden de entrega vino del alcalde para evitar protestas durante la campaña electoral de su esposa. Ante esta cruda y descarnada realidad, el Procurador general del Estado mexicano dio por finalizada una rueda de prensa, cortando las preguntas de los periodistas,
diciendo: "ya me cansé". La frase corrió como la pólvora por las redes sociales, convirtiéndose en un lema-pregunta-protesta: "Si estás cansado, ¿por qué no renuncias?", "Basta, estoy cansado de vivir en un narcoestado", "Basta, estoy cansado de políticos corruptos".

Desde la desaparición del 26 de septiembre pasando por el "ya me cansé" y hasta hoy, México se levanta diariamente enojado contra el narcopoder y los políticos corruptos. Sin embargo, en los “países amigos de Peña Nieto” –todos los occidentales y China, la nueva colonizadora de México- sólo conocemos algunos retazos que los medios de comunicación tienen a bien e interesadamente ofrecernos de tanto en tanto. Tenemos una mayor percepción colectiva y nos ha resultado más cercana la "revolución de los paraguas" de Hong Kong o el secuestro de niñas por Boko Haram. Por "nuestras niñas" se han fotografiado desde Michelle Obama a Silvester Stallone, Jean-Claude Juncker y la mexicana Salma Hayek. Respuestas blandas frente al poder inhumano.

¿Cuál ha sido la respuesta política del mundo occidental a la masacre? Al día siguiente de anunciarse el asesinato de los jóvenes estudiantes de magisterio, Barack Obama se reúne con el presidente de México –cumbre de la APEC (Foro de Cooperación Económica Ásia-Pacífico)-: el encuentro quedó inmortalizado en una alegre y sonriente foto en la cual aparecen ambos plantando un simbólico "árbol del desarrollo." En la conferencia de prensa conjunta, Obama afirma que "dado nuestro compromiso compartido con los valores democráticos y los derechos humanos, aprovechamos esta oportunidad para recordar la situación en Venezuela y Ucrania, la violencia es inaceptable en estos dos países y los Estados Unidos la condenan enérgicamente". A su lado, Peña Nieto babeó de placer y aprovechó la ocasión para agradecer al yanqui sus nuevas leyes sobre emigración.

Y, por estas tierras, ¿qué decimos? “Las relaciones comerciales y políticas son intensas con el país hermano”. El escándalo nos afecta sí, pero solo lo justo, sin hacer demasiado ruido.


Mientras tanto, en el Estado mexicano de Guerrero, uno de los más pobres de México, la conciencia social todavía grita y reclama “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.